Estás enfadado. Estás triste. Estás celoso. Estás
furioso. Estás asustado. Estás preocupado. Te sientes deprimido. Y un largo etcétera.
Sustituye la emoción que quieras, y utiliza —como he hecho yo aquí—
especialmente las negativas, porque cuando eres esclavo de ellas, por
brevemente que sea, tienes una oportunidad real de aprender algo sobre ti
mismo, siempre que estés dispuesto a hacer lo que a la mayoría de nosotros no
nos gusta hacer.
Mirarte a ti mismo.
Eso es todo.
Eso es todo lo que tienes que hacer para empezar a hacer uso de una de las herramientas psicológicas más valiosas que tenemos incorporadas: nuestras propias emociones, siempre que las usemos para mirarnos a nosotros mismos en lugar de mirar al otro o a los demás o al acontecimiento.
Imagina que acabas de conocer a alguien en un cóctel o en una cena. Pongamos que eres una mujer, y que la persona que conoces es otra mujer. Esa mujer tiene algo que hace que no te guste. Te lo explicas diciéndote a ti misma que es porque es muy dominante. De hecho, podría ser perfectamente que lo fuera. Pero el hecho de que a ti te afecte te dice más sobre ti y tu estructura interior que sobre ella. Si no fuese algo en lo que tengas que fijarte, en realidad no estarías reaccionando a ella. Te percatarías de esa característica suya pero no le prestarías ninguna atención indebida y pasarías de largo hasta la persona siguiente. Simplemente no te afectaría.
Pero si te miras a ti misma para comprender esta emoción tuya, dicha emoción te podría estar diciendo que esta característica dominante de esa mujer en realidad es también una parte de ti que no te gusta nada, y como todavía no la has reconocido en ti misma, por eso no te gusta en ella… Siempre es más fácil ver algo fuera de uno mismo que dentro. También podría ser que esta característica suya y tu emoción ante la misma te estuvieran diciendo que dicha característica está activando algo en ti que proviene de tu infancia, cuando una persona dominante te hizo sentir inferior. Y se podrían dar otras explicaciones.
Veamos otro ejemplo. Pongamos que estás furioso porque tu jefe te prometió una nueva esfera de responsabilidad que a la larga conduciría potencialmente a un ascenso y un aumento de sueldo. En el último momento, te dice que en realidad se la va a conceder a otro compañero tuyo, sin darte ninguna explicación. Así que estás que echas humo. Y visualizas que le retuerces el pescuezo a tu jefe. Y duermes poco y mal. Y tienes pesadillas. Y sigues estando muy enfadado. En este momento hasta tu digestión se ha visto afectada.
¿Qué es lo que está pasando aquí? Sí, en el aspecto externo tu jefe efectivamente ha hecho algo que parece merecer tu enfado. Pero ¿qué has hecho tú? Te enfadaste. ¿Qué más? Estabas que echabas humo. ¿Qué más? Te imaginaste que le hacías todo tipo de atrocidades a tu jefe. ¿Qué más? Nada. Y ese es el problema. Con lo que estás verdaderamente enfadado es con tu sentido de la dignidad, el cual no has respetado por no hacer nada cuando te informaron de este nuevo cambio en las circunstancias. Puede que no seas capaz de hacer mucho. En efecto, puede que no seas capaz de cambiar las cosas para dejarlas como estaban. Pero puedes defender tu dignidad. Y ello supone tener una conversación con tu jefe, decir lo que es obvio, preguntar por el cambio de planes y señalar por qué tú eras el candidato más adecuado. Puede que no consigas lo que quieres, pero te garantizo que te sentirás mucho mejor después de haber defendido tu dignidad. Gran parte de la ira que estás experimentando tiene que ver mucho más con lo que te descuidaste de hacer por ti que con el comportamiento de tu jefe.
A través de estos dos ejemplos comprenderás que mirarte a ti mismo cuando te enfrentas a emociones negativas fuertes te dará siempre pistas acerca de tu funcionamiento interior. Siguiendo ese camino, usando esas emociones como guía y eligiendo mirar hacia dentro en vez de hacia fuera, pronto empezarás a localizar algunas de las áreas problemáticas de tu vida, y al hacerlo encontrarás un mayor autoconocimiento y libertad interior.
Mirarte a ti mismo.
Eso es todo.
Eso es todo lo que tienes que hacer para empezar a hacer uso de una de las herramientas psicológicas más valiosas que tenemos incorporadas: nuestras propias emociones, siempre que las usemos para mirarnos a nosotros mismos en lugar de mirar al otro o a los demás o al acontecimiento.
Imagina que acabas de conocer a alguien en un cóctel o en una cena. Pongamos que eres una mujer, y que la persona que conoces es otra mujer. Esa mujer tiene algo que hace que no te guste. Te lo explicas diciéndote a ti misma que es porque es muy dominante. De hecho, podría ser perfectamente que lo fuera. Pero el hecho de que a ti te afecte te dice más sobre ti y tu estructura interior que sobre ella. Si no fuese algo en lo que tengas que fijarte, en realidad no estarías reaccionando a ella. Te percatarías de esa característica suya pero no le prestarías ninguna atención indebida y pasarías de largo hasta la persona siguiente. Simplemente no te afectaría.
Pero si te miras a ti misma para comprender esta emoción tuya, dicha emoción te podría estar diciendo que esta característica dominante de esa mujer en realidad es también una parte de ti que no te gusta nada, y como todavía no la has reconocido en ti misma, por eso no te gusta en ella… Siempre es más fácil ver algo fuera de uno mismo que dentro. También podría ser que esta característica suya y tu emoción ante la misma te estuvieran diciendo que dicha característica está activando algo en ti que proviene de tu infancia, cuando una persona dominante te hizo sentir inferior. Y se podrían dar otras explicaciones.
Veamos otro ejemplo. Pongamos que estás furioso porque tu jefe te prometió una nueva esfera de responsabilidad que a la larga conduciría potencialmente a un ascenso y un aumento de sueldo. En el último momento, te dice que en realidad se la va a conceder a otro compañero tuyo, sin darte ninguna explicación. Así que estás que echas humo. Y visualizas que le retuerces el pescuezo a tu jefe. Y duermes poco y mal. Y tienes pesadillas. Y sigues estando muy enfadado. En este momento hasta tu digestión se ha visto afectada.
¿Qué es lo que está pasando aquí? Sí, en el aspecto externo tu jefe efectivamente ha hecho algo que parece merecer tu enfado. Pero ¿qué has hecho tú? Te enfadaste. ¿Qué más? Estabas que echabas humo. ¿Qué más? Te imaginaste que le hacías todo tipo de atrocidades a tu jefe. ¿Qué más? Nada. Y ese es el problema. Con lo que estás verdaderamente enfadado es con tu sentido de la dignidad, el cual no has respetado por no hacer nada cuando te informaron de este nuevo cambio en las circunstancias. Puede que no seas capaz de hacer mucho. En efecto, puede que no seas capaz de cambiar las cosas para dejarlas como estaban. Pero puedes defender tu dignidad. Y ello supone tener una conversación con tu jefe, decir lo que es obvio, preguntar por el cambio de planes y señalar por qué tú eras el candidato más adecuado. Puede que no consigas lo que quieres, pero te garantizo que te sentirás mucho mejor después de haber defendido tu dignidad. Gran parte de la ira que estás experimentando tiene que ver mucho más con lo que te descuidaste de hacer por ti que con el comportamiento de tu jefe.
A través de estos dos ejemplos comprenderás que mirarte a ti mismo cuando te enfrentas a emociones negativas fuertes te dará siempre pistas acerca de tu funcionamiento interior. Siguiendo ese camino, usando esas emociones como guía y eligiendo mirar hacia dentro en vez de hacia fuera, pronto empezarás a localizar algunas de las áreas problemáticas de tu vida, y al hacerlo encontrarás un mayor autoconocimiento y libertad interior.
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Échale un vistazo también al portal de mis libros: www.gabriellakortsch.com donde podrás bajar extractos y citas de mis libros (aunque hasta la primavera de 2015 solo en inglés). Mi nuevo libro Emotional Unavailability & Neediness: Two Sides of the Same Coin ya está a la venta en todo el mundo en Amazon tanto en formato de bolsillo, como en E-libro para Kindle. Tambien se puede adquirir (igual que los demás libros míos) en Barnes & Noble.
Libros por Gabriella Kortsch (español) ... a partir de la primavera de 2015
My blogs in English: Rewiring the Soul &The Tao of Spiritual Partnership
Mein Blog auf deutsch: Wiedervereinigung der Seele
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