Cuando
yo era muy joven pero ya había tenido algunos baches sentimentales —y todavía
no sabía lo que sé ahora—, recuerdo que pensaba que las relaciones eran un poco
como peldaños de una escalera: cada relación te llevaba un escalón o dos más
arriba, siempre y cuando te hubieras empeñado en tratar de aprender algo de lo
que provocó que se terminara y, al final, que fracasara. Aunque tratar de
entender por qué acaban las relaciones es importante, creo que es en los
comienzos y mirando en retrospectiva a esos comienzos, cuando se aprende en
igual medida, si no más. Pero primero tienes que entender cómo te influye el
cómo eliges a tus parejas, y aquí es donde entra en juego tu madurez emocional,
así como tus problemas no resueltos de la infancia.
¿Qué es
exactamente la madurez emocional? A continuación, se presentan algunos puntos
que considerar:
●
¿Te autorregulas bien (o no) cuando alguien te saca
de quicio o cuando la vida se vuelve caótica? En otras palabras, ¿en qué medida
sabes llevarte rápidamente a un lugar de armonía interior y equilibrio cuando
eso sucede, sin perder los estribos o explotar de alguna manera?
●
¿Te calmas bien a ti mismo—y con qué frecuencia
necesitas hacerlo—cuando estás ansioso, aterrado, asustado, preocupado,
molesto, irritado o estresado? Una vez más, ¿en qué medida sabes llevarte a un
lugar de armonía interior y equilibrio cuando eso sucede, sin perder los
estribos o explotar de alguna manera?
●
¿En qué medida eres consciente de ti mismo? ¿Estás
prestando atención a las alertas que surgen cuando no te autorregulas y no te
calmas a ti mismo? En otras palabras, ¿te das cuenta de cuando pierdes los
nervios o te hundes, o cuando culpas, juzgas y críticas a los demás
constantemente, e intentas después pensar en ello de manera proactiva, buscar
ayuda o aprender el significado que podría tener eso en tu vida?
●
¿En qué medida dependes de mecanismos externos de
alivio como el alcohol o las drogas, los juegos de azar, las adicciones en
Internet (como los videojuegos, el porno, etc.), las compras compulsivas, el
sexo indiscriminado, la socialización frenética y la búsqueda continua, con
igual frenesí, de la juventud, la belleza, etc., como sustituto de la
autorregulación sana y de los mecanismos sanos para calmarte a ti mismo?
●
¿En qué medida necesitas culpar a las circunstancias
o a otros para sentirte bien contigo mismo y con tu vida?
●
¿Tienes límites sanos? ¿Estás dispuesto a aceptar comportamiento
inaceptable de los demás, cerrando deliberadamente los ojos y la mente ante la
manera como te tratan, a pesar de saber que están rebasando tus límites?
●
¿Eres capaz de cambiar tu diálogo interior para tu
propio beneficio? Es decir, ¿puedes y sabes cuidar tus pensamientos de tal
manera que no te torturen y que no estés rumiando interminablemente sobre lo
que sea que te esté incordiando actualmente?
●
¿Te amas a ti mismo, y mucho, no solo ahora, sino
todo el tiempo? En otras palabras, ¿te cuidas de ti mismo de tal manera que
todos los puntos de esta sección formen parte de tu proceso diario?
Ahora,
imagina que pudieras ponerte una nota en los ocho puntos anteriores y que la
nota más alta posible en cada uno fuera diez, lo que te daría —suponiendo que
estuvieras en lo más alto de la escala de madurez emocional— un total posible
de 80 puntos. Ahora, imagina que estás siendo muy sincero y que te pones un
cuatro o cinco en cada uno de esos puntos.
Volviendo
a la pregunta de cómo influye tu grado de madurez emocional en cómo eliges a
tus parejas, si tu puntuación total está entre 40 y 50 (y esto no es más que
para ilustrar lo que estoy diciendo), atraerás a alguien con la misma
madurez emocional; si es 20 o 75, sucederá algo parecido. Alguien que haya
avanzado más lejos que tú en esta escala imaginaria de madurez emocional podrá
sentirse atraído hacia ti inicialmente, pero rara vez durará esa atracción más
tiempo que solo inicialmente, porque la disparidad en la escala alejará de ti a
ese alguien para acercarlo a otra persona que haya “alcanzado” un lugar próximo
al suyo en esa escala imaginaria. A no ser que una persona esté buscando
deliberadamente una pareja ‘trofeo’ de algún tipo —en cuyo caso, generalmente “enamorarse”
no es un ingrediente en la receta de todos modos—, la madurez emocional tiende
a pesar más (subliminalmente) que otros factores como el aspecto físico, el
nivel de estudios, los factores socioeconómicos, la edad, el origen cultural,
etc.
El
segundo elemento que influye en cómo eliges a tus parejas es lo que hace eco
en ti a un nivel profundo y subliminal cuando conoces la persona nueva, o dicho
de otro modo: hay algo en esa persona que despierta algo en ti emocional
y psicológicamente, lo cual después se convierte típicamente y rápidamente en
química también. Y ese algo en el otro tiene que ver con uno o más de
tus propios asuntos no resueltos, que comúnmente son de la infancia. (El artículo
del mes pasado, «El subidón de adrenalina
del drama de las relaciones» también aborda elementos de esta cuestión).
Para
ilustrar brevemente un asunto no resuelto que puede crear un eco entre ti y una posible nueva pareja,
imagínate que tienes un progenitor (padre, madre o quien te haya cuidado más
que otros) un poco frío y que te rechaza, o simplemente un progenitor que, a tu
juicio, no te dio el tipo de amor y aprobación que anhelabas. Anhelo es la palabra clave para entender
esto: lo que anhelas, si no lo recibes, puede hacer que acabes enredado en una
maraña de conductas psicoemocionales, siendo la más común desarrollar límites
malsanos y, casi seguro, no aprender a cuidar de ti mismo y a amarte a ti mismo,
lo cual implica cuidar de los demás en cierto modo mucho antes de que consideres cuidar de ti mismo. Pues bien, este
patrón continúa —suponiendo que no seas consciente de ello— en tus relaciones
adultas.
Una vez
que sientes el eco de ese algo en la otra persona, te sientes atraído
hacia ella. Podrás pensar que la atracción se debe a tal o cual otro factor, pero en retrospectiva y
tomando conciencia de uno mismo, la mayoría coinciden en que se debió al eco y,
sobre todo, a que en realidad eran
conscientes de ello a un cierto nivel. Podría haberse producido una tensión
en el plexo solar similar a la que solías sentir de niño ante el progenitor cuando
la persona nueva parecía perder el interés en ti por un momento. Si esto se
repite varias veces durante esos primeros encuentros, tú te das cuenta de ello porque
hay esa tensión, pero no necesariamente eres consciente de ello, porque en tal
caso te dirías a ti mismo que esta persona no te está tratando como tú quieres
que te traten. En lugar de eso, puede que te digas a ti mismo que esta persona
es tan maravillosa en todos los demás aspectos que pronto se verá a sí misma como
la ves tú y que después, por lo tanto,
gracias a la fuerza de tu amor, ya no volverá a comportarse de esa manera.
Pues así
es como nos convertimos en el Steven Spielberg de nuestras propias vidas:
producimos gloriosas películas sobre nuestras posibles parejas que puede que disten
bastante de la realidad. En el ejemplo anterior, lo que provocó el eco fue un sentimiento similar de
distancia y quizás una percepción de falta de aprobación o de rechazo. Si crees
que eso mantendría a la mayoría de la gente alejada de alguien así, recuerda
—como se ha dicho— que el eco no es consciente, ni tú eres consciente del hecho
de que la razón por la que se ha hecho tal eco es la similitud de esta nueva
persona —al menos de esta manera con respecto a tu asunto no resuelto— con uno
de tus padres o con otra persona importante de tu infancia.
Saber
todo esto —hacerte consciente de ello, especialmente utilizando el conocimiento
de tus patrones del pasado en las relaciones (para más detalles, mira mis
libros The
Power of Your Heart: Loving the Self, y The Tao of Spiritual Partnership)— y desarrollar constantemente tu madurez emocional para llegar aún
más alto impactará en tus relaciones presentes y futuras, con grandes
beneficios. Y eso, como tantas otras cosas, es algo que eliges todos los días de tu
vida.
***********************
Charlas ofrecidas en español
2017 a 2019
2017 a 2019
Se puede ver en Youtube aqui
Se puede ver en Youtube aquí
Se puede ver en YouTube aquí:
Se puede ver en YouTube aquí
Se puede ver en YouTube aquí
Se puede ver en YouTube aquí
Soluciones para personas emocionalmente inaccesibles y aquellas con dependencia emocional
Se puede ver en YouTube aquí
Se puede ver en YouTube aquí
*****************************
En inglés:
Aqui van unos cursos de video on-line
con un precio introductorio:
See the preview to my online video course:
Fatherless Women & Motherless Men
Click HERE for the introductory pricing of US 15
***************
See the preview to my online video course:
Fatherless Women & Motherless Men
Click HERE for the introductory pricing of US 15
***************
See the preview to my online video course:
Freedom From the Torture of Your Thoughts
Click HERE for the introductory pricing of US 15
**************************************************
See the preview to my online on-demand video course
"Emotional Unavailability & Neediness: Two Sides of the Same Coin"
********************************
Libro por Gabriella Kortsch (español)
Échale un vistazo también al portal de mis libros: www.gabriellakortsch.com donde podrás bajar extractos y citas de mis libros en español, inglés y alemán). Mi último libro Emotional Unavailability & Neediness: Two Sides of the Same Coin ya está a la venta en todo el mundo en Amazon en formato de bolsillo y E-libro para Kindle. También se puede adquirir (igual que los demás libros míos) en Barnes & Noble.
En Amazon (globalmente) en versión bolsillo y Kindle
Disponible por todo el mundo en Amazon en versión bolsillo y E-Libro para Kindle
Baja un extracto del libro aquí
****************************************
Libros por Gabriella Kortsch (ingles – globalmente disponibles via Amazon y otros libreros online)
Bücher von Dr. Gabriella Kortsch (Deutsch) ... JETZT bei Amazon (Taschenbuch oder E-Book) erhaltbar
DEINE SEELE UND DU
*************************************
Mis articulos de blog también se encuentran en Facebook, Twitter, LinkedIn, Google+ y Pinterest. Además te puedes conectar conmigo en Instagram.
My blogs in English: Rewiring the Soul &The Tao of Spiritual Partnership
Mein Blog auf Deutsch: Deine Seele und Du