Nota: lo que sigue es un extracto del capítulo 6 de mi libro «Emotional Unavailability & Neediness: Two Sides of the Same Coin» («Inaccesibilidad emocional y dependencia: dos caras de la misma moneda», disponible solo en inglés).
La falta del
progenitor del sexo opuesto en la vida de un niño puede tener numerosas
ramificaciones significativas, como veremos en este capítulo. El progenitor puede
haber muerto físicamente, o bien está «muerto» porque está ausente de la vida
del niño de una manera significativa, no sólo debido al abandono o al divorcio,
sino también debido simplemente a que no cuida al niño como es necesario durante
las primeras etapas del desarrollo de nuestras vidas para que podamos a crecer
y convertirnos en adultos sanos.
Ten en cuenta que lo
que estamos estudiando aquí no es la
unión o apego malsanos, de lo que ya hemos hablado en el Capítulo 3 y que
típicamente ocurre en la primera infancia temprana y en la niñez, sino que es una
ausencia –percibida o real– de uno de los padres por parte del niño.
La ausencia debida a
la muerte puede ser incluso más fácil de afrontar, tanto psicológica como
emocionalmente, que la otra ausencia
en la que el progenitor está bien vivo pero ausente de la vida del niño de esa
manera significativa que es, como hemos visto, tan crucial para el desarrollo sano
en muchos niveles en las etapas más tempranas de la vida.
Los problemas que hacen
venir a mi consulta a clientes adultos en el caso de haber tenido un progenitor
del sexo opuesto que mostraba un grado de apoyo alto son muy diferentes de los
que suceden en el caso de las personas cuyo progenitor no les dio una sensación
de seguridad, protección, amor, cuidado y, por último, pero no por ello menos
importante, de interesarse por ellos y por el contenido de sus vidas.
Esta falta de
interés y preocupación por ellos y por el contenido de sus vidas implica que conseguir esos sentimientos de ser
amados y protegidos siempre supone una especie de lucha. Nunca es algo que automáticamente tienen la seguridad de tener simplemente
porque son el hijo de ese progenitor. A su vez, esa lucha provoca una ansiedad
crónica subyacente relacionada con el amor. Como puedes ver, estas personas ya
están en el camino a sentir –casi siempre inconscientemente– que necesitan
protegerse a sí mismos de alguna manera, erigir una especie de mecanismo de
defensa en el terreno del amor.
No cabe duda, por
tanto, de que el ser un niño sin padre o sin madre en los primeros años de vida
con frecuencia no depende de la muerte del progenitor, sino del hecho de que el
progenitor del sexo opuesto no está ahí para el niño de la manera óptima e
ideal que es necesaria para que el desarrollo emocional, psicológico,
espiritual y, en algunos casos, incluso físico, tenga lugar de manera sana. Por
lo tanto, debido a esta falta de paternidad que puede ocurrir a menudo incluso
cuando el progenitor está haciendo todo lo posible, la disfuncionalidad en la
personalidad del niño o niña que está creciendo evoluciona. La razón por la que
ocurre a menudo, incluso cuando los padres están haciéndolo lo mejor que
pueden, es lo que yo llamo síndrome del
progenitor no adulto, no auto-reflexivo y desinformado que se toca varias
veces a lo largo de este libro, pero más particularmente en el Capítulo 14. Recuerda
que, como ya hemos visto, cuando las personas que son ellas mismas el producto
de este «síndrome del progenitor» se convierten luego en padres también, será necesario que aprendan a
ser conscientes, que replanteen mucho y que se reeduquen para que evolucionen hacia
un modelo a seguir más saludable para sus propios hijos.
Sobre las mujeres adultas que han crecido sin un padre
Las niñas pequeñas
que viven sin su padre no lo hacen solamente porque él haya muerto o haya
abandonado a la familia, o porque se haya divorciado. Ello se debe también a
que el padre puede estar físicamente presente pero emotivamente ausente, o
durante una temporada larga enfermo de alguna manera (depresión clínica,
enfermedad terminal, etc.), o porque es alcohólico o trabajólico, o porque en
cierto modo él es una decepción para su hija, como puede ser el caso de un
padre débil de carácter, ineficaz, etc. Estos tipos diferentes de ausencia en la
vida de la niña pueden tener consecuencias importantes de distintos tipos, dado
que una trayectoria de desarrollo sana a nivel emotivo y socio-psicológico
durante los primeros años de vida suele requerir algún tipo de patrón
positivo paterno.
Óptimamente, la
niña necesita verse reflejada en el amor –hacia ella– que percibe en los ojos
de su padre. Así comienza a desarrollar auto-confianza y auto-estima. Así
desarrolla una familiaridad sana con la emoción que se siente al percibir una
expresión positiva de amor. Es así también como desarrolla una
apreciación por su propio aspecto, por su cuerpo y por su manera de ser. Es así
como desarrolla lo que los jungianos llamarían su animus, su ser
contra-sexual, su ser masculino, que la ayudará a ser proactiva, productiva y
creativa en el mundo externo durante su proceso de entrar en la vida
adulta.
Sin embargo, si la
niña no tiene tal relación con su padre, si lo que percibe es
rechazo, frialdad emotiva o abandono de algún tipo (aunque sea psicológico o
emotivo), o si sencillamente él no se encuentra disponible, la manera en que
ella se auto-percibe quedará manchada, su auto-confianza se deformará o incluso
llegará a ser inexistente. Su visión interna de lo que es una relación tierna y
amorosa de pareja se distorsionará o será disfuncional, y puede que le parezca,
sin importar su belleza, sociabilidad, amabilidad, inteligencia, etc., que ella
carece de atractivo.
Sin duda, la
auto-confianza y la auto-estima se pueden forjar a través de los empeños propios
a lo largo de la vida, incluso habiendo tenido una falta total de la presencia
de un padre, pero el sendero hacia el éxito en tales empeños y las razones por
las que siquiera se intentan, suelen ser bastante diferentes para la mujer
adulta que fue criada con una relación positiva con su padre, comparada con
aquella que no tuvo esa suerte. La primera puede sobresalir porque cree en sí
misma, mientras que la segunda necesita sobresalir para alcanzar a vislumbrar
la aprobación y el reconocimiento en los ojos de aquellos que le dan mensajes
de aprobación, honor o prestigio. El valor de tal creencia en uno mismo (en vez
de solo poderlo conseguir a través de la aprobación externa), fácilmente
adquirido por la mujer con una relación positiva con su padre, es inapreciable
en la vida adulta, y la falta de tal creencia en muchas de las innumerables
mujeres que se criaron sin tal imagen positiva paterna, puede provocar que la
trayectoria de la vida esté cargada de dificultades.
Posiblemente sea en
el terreno de las relaciones de pareja donde se viven los procesos más
dolorosos de aprender a sobrellevar la falta temprana de un padre. Si una niña
no ha sido asegurada de su valor como mujer por aquella relación temprana con
el padre, encontrará dificultades en sus relaciones con los hombres,
precisamente porque a menudo puede buscar de modo involuntario el
reconocimiento en los ojos del amado… y eso la puede llevar por un camino
precoz de promiscuidad, el cual a su vez la hace sentir que es «mala», y sin
embargo, allí sigue, visitando inexorablemente un lecho tras otro, encerrándose
con abrazo encarnizado con un hombre tras otro con la infructuosa esperanza de
que este o aquel o el siguiente por fin le dé
aquello que nunca tuvo como niña: la auto-confirmación.
Otras mujeres
puede que busquen otra avenida y se enamoren de un hombre mayor que ellas, de
manera que se casan con «papá». En ese momento pueden presentarse distintos
panoramas. Si el hombre es psicológicamente consciente y maduro (lo cual es a
menudo, pero no siempre, deficiente en hombres mayores que buscan mujeres más
jóvenes), puede tener una idea vaga de lo que sucede. Por lo tanto, una vez que
ella empiece, dentro de los parámetros seguros de la relación o del matrimonio,
el proceso de crecimiento, que inevitablemente la llevarán a separarse de su
marido de alguna manera emotiva y psicológica necesaria para que ella
llegue a ser ella misma, él no palidecerá de miedo por ese proceso, y le
concederá el espacio y libertad necesarios para hacerlo. En tal caso, con toda
probabilidad el matrimonio prosperará y continuará creciendo. Sin embargo, si
el hombre no es consciente en el sentido descrito y ve su búsqueda de
crecimiento como una amenaza a la superioridad que siente al haberse casado con
una mujer joven y por tanto aún no desarrollada, muy posiblemente intentará
reprimirla y censurarla, o manipularla psicológicamente haciéndole creer que no
vale nada, que es tonta o –y este parece ser un eterno favorito– que «necesita
ayuda profesional para que se calme y vuelva a portarse como antes».
Otro posible escenario
es el de evitar las relaciones de pareja por completo, o el de evitar involucrar las emociones propias. Aquí
los ejemplos son abundantes: la tía solterona que dedica su vida a sus sobrinos
o que se hace profesora y dedica su vida a su profesión, la monja que dedica su
vida a Dios, o la prostituta que, aunque involucra su cuerpo, pocas veces
involucra sus emociones. Otro ejemplo es el de la mujer seductora que siempre
necesita llevar las riendas seduciendo a los hombres pero que en realidad nunca
llega a involucrar sus emociones (la versión femenina del Don Juan o el
Casanova). Una versión del mismo panorama algo más difícil de reconocer está en
el caso de una mujer que tiene relaciones de pareja con regularidad con hombres
casados que nunca dejan a sus respectivas esposas por ella. A un nivel
inconsciente esa situación le va muy bien, dado que supone para ella la excusa
perfecta para no tener que llegar nunca a comprometerse del todo a nivel
emotivo.
El tema se centra,
evidentemente, en el hecho de que la autoconfianza y el reconocimiento que tan
ansiosamente se busca, se debe encontrar dentro de uno mismo en vez de por ahí,
en el mundo exterior –inicialmente, al menos– para que tengan un valor auténtico
y duradero. El mundo de las emociones que se evitan por miedo o porque uno
nunca aprendió realmente lo que es el amor, se tiene que encontrar primero
dentro de uno mismo (en otras palabras, es necesario amarse a uno mismo antes de amar a otro). La tarea de
lograrlo requiere que la persona se haga muy consciente de sí
misma –observándose a sí misma, observando el diálogo interior, los mensajes del cuerpo y todas las emociones que
ocurran, buenas o malas, dado que todas ellas nos dan pistas sobre el ser auténtico–,
y que en este proceso se haga uso de una honestidad absoluta sobre uno mismo. Una advertencia al
lector: este proceso no se completa rápidamente durante un fin de semana: para
que se convierta en costumbre, debe seguirse a lo largo de la vida, y así pavimentará el camino para encontrar la
verdadera auto-confianza interior y el amor hacia uno mismo, lo cual llevará a
su vez a anular la necesidad de encontrarlos en el otro. Este es otro más de
los caminos a la libertad interior que ofrece el conocimiento psicológico.
Estudios de casos
Los
estudios de casos clínicos que siguen no son exhaustivos, ya que hay muchos más
tipos de mujeres sin padre y hombres sin madre que los que se tratan aquí, pero
te harás una idea de algunos de los antecedentes de personas a cuya infancia le
faltó tener una relación intacta y sana con el progenitor del sexo opuesto,
incluso cuando este estaba haciendo todo lo posible.
Obviamente,
como ya hemos visto a lo largo de este libro, uno de los problemas es que los
padres a menudo tienen muchos problemas sin resolver de su propia infancia, y
si no tienen la ventaja de disponer de información como esta, entonces, por
supuesto, puede que ni siquiera sepan
que su forma de comportarse es disfuncional y, con toda certeza, no están trabajando conscientemente en
cambiar su comportamiento, patrones de pensamiento y manera de reaccionar.
Estudios de casos clínicos de los antecedentes y del patrón de mujeres
sin padre (los
detalles de cada uno de estos casos se encuentran en el libro).
·
"Lisa": "La cuidadora"
·
"MariCarmen": "La niña pequeña de papá –mientras me
adores–, otro tipo de traición y rechazo"
·
"Rosa": "Papá nunca la vió; como si nunca hubiera
existido."
·
"Andrea": "Amor ciego y traición a la niña a través de
la madre"
·
"Susana": "El amor es dolor; el dolor es amor"
·
"Raquel": "Eres tan preciosa y maravillosa, sólo yo sé cómo amarte"
Hombres adultos educados sin madre
Como
ya hemos hablado en el caso de las niñas y las mujeres, los niños y los hombres
que se crian sin una madre no son necesariamente huérfanos de madre. Más bien,
es el cuidado maternal el que de alguna manera se ha vuelto fuera de control y
ha dejado a estos niños, y más tarde a su yo adulto y masculino en una especie
de vacío.
El
cuidado maternal puede ir por mal camino de muchas maneras, y más adelante en
este capítulo examinaremos algunos estudios de casos. Por regla general, una
madre que no da buen cuidado maternal a sus hijos puede tener cualesquiera de
los siguientes problemas o una combinación de ellos:
·
Ella misma no fue criada de una manera ideal.
·
Nunca aprendió a amarse a sí misma.
·
Probablemente sufre de baja autoestima (independientemente de lo
dotada o físicamente hermosa que sea).
·
Ella tenía modelos a seguir malsanos; de hecho, su propia madre puede
haber sido fría y emocionalmente inaccesible.
·
Puede tener escaso acceso a sus propios sentimientos, debido a todo lo
anterior.
·
Puede ser tanto emocionalmente inaccesible como muy dependiente.
·
Potencialmente carece de la capacidad de autorreflexión.
·
Es potencialmente reactiva.
·
Tiene límites malsanos.
·
Debido a su inaccesibilidad emocional asociada a la dependencia, puede
ser emocionalmente volátil en el sentido de que su hijo nunca sabe realmente
cuándo puede depender de ella para que esté ahí para él, ya que está por ahí tan
ocupada satisfaciendo sus propias necesidades insatisfechas con cualquier número
de personas, eventos, posesiones, etc., y por lo tanto carece de los recursos
psicológicos para estar ahí para su hijo.
·
Puede tener numerosas adicciones, aunque no necesariamente a las drogas.
·
Puede ser caótica en muchos niveles o, por el contrario, puede ser una
fanática del control o perfeccionista de forma rígida y controladora para recuperar
la serenidad en cierta medida, en un mundo que a ella nunca le pareció seguro.
Los
hombres que fueron hijos de madres que de alguna manera no estaban ahí para ellos,
o cuyas madres los abandonaron, o que murieron en etapas importantes de sus
vidas, ocasionalmente pueden sentirse atraídos por el tipo de mujer que es muy
segura de sí misma, muy independiente, quizás no tan joven como las mujeres por
las que se sienten atraídos sus amigos; en pocas palabras, una mujer que puede,
en cierto modo, cuidar bien de él. Cuidado: no estoy diciendo que lo haga o que
lo hará, sino simplemente que da la impresión de ser capaz de hacerlo.
Estos
hombres suelen anhelar calor, cercanía, ternura y amor y eso puede ser
enormemente atractivo para las mujeres con las que se juntan. Sin embargo,
debido a todas las razones de las que ya hemos hablado, a menudo sucede que
cuando a esos hombres se les da ese calor, cercanía y amor, comienzan a
sentirse asfixiados.
Recuerdo,
no obstante, a dos parejas, ambas rondando los 40 años, con las que sucedió
justo lo contrario. La madre del marido –en ambos casos– había sido fría, criticona,
intimidadora, incluso abusiva en ciertos niveles, y los hombres adultos
anhelaban calor, amor, afecto, ternura, y sin embargo, ambos se habían casado –casi
como si hubiera una fórmula de hoja de cálculo o un protocolo psicológico que estaban
siguiendo– más de una vez con mujeres
frías y rechazadoras.
Estudios de casos clínicos de los antecedentes y del patrón de hombres
sin madre (los
detalles de cada uno de estos casos se encuentran en el libro).
·
"Jerónimo": "Nunca estarás a la altura de tu
padre"
·
"Miguel": "Abandono"
·
"Ricardo": "Falta de amor y rechazo"
·
"Daniel": "Traición"
·
"Victor": "Te consentiré y mimaré, pero puede que no madures"
·
"Enrique": "Me lo debes"
Manifestaciones típicas de los casos de mujeres sin padre y hombres
sin madre
·
Tiende a haber una gran falta de autoamor, autoestima, verdadera
confianza en sí mismo ‘interior’ (a diferencia de la ‘exterior’ o de tipo
imagen pública), respeto por sí mismo, autoaprobación, etc.).
·
A menudo son se vuelcan en complacer a los demás a cambio de recibir
amor, aceptación, afecto, incluso respeto y gratitud.
·
Son dependientes e inseguros.
·
necesitar controlar su entorno de maneras que otros podrían clasificar
como perfeccionismo evidente, aunque es importante entender que esto les da una
impresión de orden en su caos interior (observa que esto es muy similar a una
característica que describe a la madre
de los hombres sin madre y, por supuesto, una de las razones por las que este
patrón se repite en las dos generaciones es que la propia madre no se crió de una
manera ideal en su infancia y niñez).
·
Pueden ser excesivamente desconfiados e incluso rozar la paranoia.
·
Pueden sentir una gran necesidad de logros, y se los podría llamar
fácilmente «personas sobresalientes» porque con frecuencia sus logros externos les
ayudan a ver su propio ‘ser’ debido a la aprobación y admiración que reciben de
los demás.
·
Su miedo al rechazo los induce a muchas conductas malsanas,
simplemente para asegurarse de que seguirán siendo amados.
·
Tienden a tener límites malsanos
·
Las figuras de autoridad, las reglas y las restricciones pueden
provocarles un comportamiento inaceptable.
·
Si no han llegado a conocerse y entenderse a sí mismos en modo alguno –o hasta que lo hagan–, es muy probable que repitan el
ciclo de inmadurez emocional o de abuso con sus propios hijos.
·
Tienden a tener dificultades a la hora de expresar emociones.
·
A menudo, hay evidencia de disfunción sexual.
·
La automutilación y/o los trastornos alimentarios pueden formar parte
del perfil.
Algunas características del adulto funcionalmente intacto
Un adulto funcionalmente intacto
puede no haber crecido de esa manera. Lo que trato de decir es que puede haberse
salido del atolladero disfuncional que estaba presente en sus primeros años. Puede
que haya ido a terapia o que haya reconocido lo que le sucedió y haya empezado
a trabajar en sí mismo; o puede que haya tenido una relación que le ayudó a hacerse
más consciente de sus propios problemas que emanaban de su infancia; o puede que
haya leído un libro o hecho un curso en la universidad o participado en un
taller que le abrió los ojos ante estos asuntos no resueltos.
En
cualquier caso, independientemente de si creció en una familia disfuncional o
en un entorno psicoemocional un poco más saludable, hoy ha llegado a un punto
en el que es capaz de demostrar un buen número de las siguientes características,
y, como comprenderás, es importante ser consciente de ello para saber hacia qué
dirigirse a través de imágenes interiores:
·
Cree en sí mismo
·
Logra por el bien de lograr, y no para ser reconocido o elogiado
·
No tiene necesidad de controlar a los demás
·
Le es fácil confiar en los demás
·
Le es fácil mostrar afecto y amor
·
No manipula a los demás
·
No tiene dificultad en ser transparente (abierto, honesto, sin «mensajes
contradictorios») en todo momento
·
Sabe que es responsable de todo lo que siente, piensa, dice o hace
·
Es consciente de sus reacciones en todo momento, y sabe que siempre se
puede elegir
· No tiene problemas en mantener
límites sanos.
El texto completo de este capítulo se encuentra en mi libro «Emotional Unavailability & Neediness: Two
Sides of the Same Coin» («Inaccesibilidad emocional y dependencia: dos caras de
la misma moneda», solo disponible en inglés).
Estas conferencia mias, ofrecidas en distintos lugares de España
del 2017 al 2019 se pueden ver en mi propio canal de Youtube
haciendo clic en este enlace o en cualquiera de los que vienen más abajo
Vampiros energéticos: Su efecto destructivo en tu vida
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Soluciones para personas emocionalmente inaccesibles
y con dependencia emocional
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Narcisismo y Psicopatía: Vivir sin Empatía
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La relación espiritual y el sexo en pareja
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Elige hábitos que te permitan llevar una vida de bienestar
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Morir: Un enfoque espiritual
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Amor sano o disfuncional: ¿Cuál es la diferencia?
(ha habido problemas técnicos con el sonido de esta conferencia,
y de momento no he puesto el enlace)
Libro por Gabriella Kortsch en español
Échale un vistazo también al portal de mis libros: www.gabriellakortsch.com donde podrás bajar extractos y citas de mis libros en español, inglés y alemán). Mi último libro Emotional Unavailability & Neediness: Two Sides of the Same Coin ya está a la venta en todo el mundo en Amazon en formato de bolsillo y E-libro para Kindle. También se puede adquirir (igual que los demás libros míos) en Barnes & Noble.
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